IMPOTENCIA

Las olas me sobrepasan cual rumoroso presagio.
Me arrastra a un abismo sin fin la corriente.
Mi alma, angustiada, padece y siente tu ausencia.
Me ahogo y, yo… ¡Yo no puedo hacer nada!

Tu primer amor fue frío, decepcionante y largo.
El segundo fogoso, ladrón y traicionero.
A lomos de una estrella fugaz, efímero y radiante,
el tercero pasó, casi sin dejar huella.
Pero impotente, yo… ¡Yo no puedo hacer nada!

El alba asoma del día cuarto
y llega el amanecer desde occidente.
¿Es natural que salga el Sol por poniente?
Tal vez los milagros existan
y esté por llegar el colmo de tus anhelos.

La tristeza me envuelve,
me cala y me arropa,
mas yo… ¡Yo no puedo hacer nada!