¡Sí!… Mientras duermes hoy tu cuerpo admiro
y siento despertar tus impudores,
arranco de tu piel los resplandores
al tiempo que tú exhalas un suspiro.
¡Despiertas y me besas!… ¡Yo te miro!
y siento que se animan mis ardores,
se alejan de tu alma los temores,
me miras,… y contienes tu respiro.
Germinan las semillas del deseo,
prendiendo llamaradas de pasiones
y en amores ardientes te poseo.
Vivir estos momentos son razones
para caer en brazos de Morfeo,
dejando liberadas las tensiones.
Copyright: Roberto Santamaría.
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