Pareciera que el infinito reclamara
cuando pienso en tus ojos y tus labios.
Tal parece que la vida cobra cara
la triste sinrazón de los agravios.
Ya no puede mi letra rasa y clara
remontar su dolor hacia el espacio,
mientras tú te escondes y declaras
emisaria de los sueños, tan escasos.
Viene la sombra cubriendo despacio,
las franjas de luz que quedaron
abiertas a la esperanza que labro.
Como perro (in)fiel, ladro y ladro
los versos que se yerguen callados.
Y su vida se pierde sin rastro.
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