Hay una zona azulada que podría ser gris. Hay un golpear de olas que percibo amortiguado. Un recodo que no continúa. Oigo una conversación y podría provenir del pasado. Una carretera cortada con un cartel medio caído. Hay un olvido sin nostalgia. Hay un rencor sin rencor. Una huella que se borra. He pestañeado y el mar ya estaba seco.
Te he olvidado. Como a la vida, como a la muerte. Sin preocupación. Sin escándalo. Os he olvidado. Como a las lágrimas. Como a las risas. Os he abandonado. Como al temor y al hambre. Quedo yo. Siempre y cuando piense, quedo yo. Y eso es todo. Con el alma apagada, ya no estoy. Habéis asesinado mi fantasía y está creciendo mi atención. Me volveré reptil como vosotros. Hay un resentimiento sin pasión. Odio tranquilo, casi paternal y afable. Al mismo tiempo sin emoción. Un amor sin amor. Queda la espera. Sin impaciencia. Sin inquietud. Con el tiempo detenido. Ningún crimen vuestro me produce ya sorpresa. Mientras los perros arrancan mis tripas, yo pienso en el sol y el cielo, porque hay una zona azulada que podría ser gris.