Debo confesar que, al despertar, mi pensamiento se pierde con tu recuerdo, no se como has echo para meterte ahí, tan profundo, tan adentro…
Debo confesar que has impregnando mi ser, enloqueciendo mis deseos, deseando no sólo tus besos, sino también infinitos momentos, acariciando mi piel, acariciando mi cuerpo…
Debo confesar que te has vuelto mi necesidad, que cada día que pasa mis labios me delatan, mis ojos te quieren mirar, y mis manos tocar tus espacios, tus silencios…