Después de muchos días Tania intentaba convencerme de que este sería el sueño de mi vida, que nunca me faltaría el dinero y que poco a poco esa desesperanza que no encontrar trabajo se esfumaría, tras muchos días me convenció para enseñarme el club y hablar con su pareja que era el principal dueño del club y principal enriquecido del trabajo de todas esas mujeres que estábamos detrás de esas paredes color burdeos.
No dormí la noche anterior no era capaz de pegar ojo y de dar vueltas en la cama, no podía ser que esa fuera la única forma de poder ayudar a los míos, se encontraban a muchos kilómetros de mí sonriendo por que yo tenía un trabajo digno y estable fuera de toda la miseria que ellos allí pasaban.
Me levanté aquella mañana mientras ella me esperaba en el portal de mi casa con su elegante coche , me puse unos vaqueros y una camiseta sencilla , me peiné con una coleta y bajé al coche donde Tania nada más entrar me vio y exclamó – “ es tu día de suerte , comienza tu nueva vida”- no sabía si sonreírle o salir corriendo de aquel coche, tras recorrer varios kilómetros llegamos al desvío de esa carretera y entramos en el “Elite” me sorprendió el fuerte olor a perfume barato y mis ojos se clavaron en unos infinitos tacones que pasaban a una sala que indicaba “ discoteca” , tras andar por un pasillo con muchas puertas llegamos al despacho de Hans , nos recibió con una templada sonrisa , me miró de arriba abajo y con una medio sonrisa me dijo “- eres muy guapa , aquí se van a volver locos por ti”.
Esa respuesta solo hizo sudar mucho más mis manos, “Aquí te tienes que llamar de otra manera, no importa quien fueras en el pasado , elige tu nombre y firma este papel” , después respiré profundo miré a Tania y le dije “- Hera, ese será aquí mi nombre”- me pasó una pluma y una cuartilla con olor a tinta y a puro habanero.
Tania me indicó cual sería mi nueva habitación, allí deshice mi maleta, colgué los vestidos en el amplio armario , vi esa cama que a partir de ahí sería mi prisión , mi “buena amiga” me comentó las tarifas por servicio, esa noche sería mi estreno ; Hera había llegado al Élite y no sabía si podría salir de allí.
Photo by Gi Jadán