El invierno y su crudeza
se llevaron
una parte de mis penas.
. .
El sol entibió los sueños
y derritió las letras,
que como bálsamo
se impregnaron
en el papel de mis días.
. .
Aguardando la primavera efímera,
la ciudad se cubre de viento.
. .
Los atardeceres del alma
reflejan la música
que en ella habita.
. .
Y la tarde anochecida
me regresa
al sueño dormido.
. .
Él me oye soñar
abrigada en la luz
que tanto anhelo.
. .
Respiro destellos
resplandecientes,
blanquecinos,
diáfanos del sol
de este invierno
incansable.
MIS LETRAS, MI ABRIGO DE INVIERNO

Me ha gustado. Tengo curiosidad por conocer tus relatos.
¡¡Muchas gracias!!
Les seguiré enviando material para compartirles mi escritura.
¡Saludos!