Pensar en ti,
simplemente evocarte,
es lo más parecido a perseguirte
en una noche sin luna
sabiendo que me esperas desnuda
en alguna de las cavernas de la sierra.

Cerrar los ojos,
imaginarte en este atardecer sereno
es lo más parecido a darte alcance
arrojarte a la arena
y llenar de mazorcas y gemidos
tus silencios.

Llega la luna
y te dibujas en el disco plateado.
Mirar el escorzo de tu rostro
es lo más parecido
a los buitres brillantes de tu orgasmo.

GOCHO VERSOLARI