Siendo las 15 horas y 35 minutos del día 8 de junio  de 2019, delante de mí declara Juan Cosí Tapa, varón de 45 años de edad, de profesión médico (atención primaria Seguridad Social), nacido en Madrid, hijo de José y Carmen. Ante la pregunta sobre si conoce a Esther Rubial Murphy indica que sí, que como paciente acudió a su consulta hará unos meses (no recuerda si cinco o seis, pero fue durante el otoño pasado), siendo tratada de una leve infección causada por hongos, seguramente por contagio de una ETS (venérea) dada la actividad laboral desarrollada por ella (chica de compañía y prostitución). Una vez curada, siguió acudiendo regularmente al centro de salud, iniciándose entre los dos una relación sentimental con numerosos encuentros fuera de allí. Que a mediados del pasado marzo fueron a pasar un fin de semana en el apartamento que el declarante tiene en Torremolinos. Aunque siempre hicieron el amor de manera consentida, durante la madrugada del día 15, el declarante no pudo contenerse (desde muy joven tuvo inclinación por el sadomasoquismo) y la narcotizó para, posteriormente, abusar de ella mientras la asfixiaba. A continuación, la descuartizó introduciendo los restos en bolsas de basura. Que ya de amanecida, y sin que nadie lo viera, acudió al puerto deportivo con los paquetes, los subió al pequeño barco fuera borda de su propiedad y salió con las primeras luces del día hasta estar a unas cinco millas de la costa, donde se deshizo de ellos una vez convenientemente lastrados.

Ante la pregunta sobre si conoce a Eloise Del Olmo Cienfuegos, responde que sí, que se conocieron en la facultad cuando estudiaban ambos la carrera. Mantuvieron un noviazgo durante el MIR (prácticas de especialidad) roto una vez doctorados ambos y tras regresar ella a su país (Venezuela) aunque nunca perdieron del todo el contacto. Que Eloise volvió a España hace tres meses con la intención de ejercer la medicina aquí. Por ese motivo, y mientras conseguía establecerse, por parte del declarante le fue facilitado el alojamiento en uno de los pisos sin inquilinos que posee en la capital y que él solía usar para tener encuentros con otras mujeres. Que hace un mes, el día 9 de mayo, tras intentar mantener relaciones sexuales y ella resistirse, la golpeó en la nuca con un candelabro hasta que falleció y pudo finalmente consumar el acto. Que tuvo que comprar un arcón congelador al día siguiente donde depositó el cadáver a la espera de saber cómo deshacerse del cuerpo.

Ante la pregunta sobre si conoce a Estrella Suárez-Gómez y Gómez de Arencibia, jueza titular del juzgado número cinco, responde que sí, que es su esposa desde hace 15 años, que se casó con ella sin estar enamorado y porque era la única heredera de la cadena de perfumerías Suárez-Gómez. Algo que ya ha ocurrido y que le supone disfrutar de una magnífica situación económica, además de recientemente disponer por acuerdo conyugal de todo el control sobre el paquete accionarial de la empresa. Que con su cónyuge le unen aficiones sexuales complementarias (a ella le gusta el masoquismo, simulando y asumiendo otros roles) y de ahí que su matrimonio, a pesar de las múltiples infidelidades confesadas entre el uno y el otro, haya sobrevivido todos estos años. Que han dado la noche de hoy libre al servicio doméstico para tener completa libertad y poder realizar sus prácticas sin testigos, tanto durante la cena como después en el dormitorio. Que tras haber gozado al máximo con Eloise y Esther, solo tiene en la cabeza hacer lo mismo cuando Estrella le pida que la asfixie, aunque,  en esta ocasión, espera que los dos alcancen a la vez el orgasmo. Que en este espejo que tiene delante, ya ve cómo sus ojos brillan al declararlo.

Siendo las 03 horas y 17 minutos del día 9 de junio de 2019, delante de mí vuelve a declarar, como a continuación rubrica de puño y letra la presente y anterior confesión, Juan Cosí Tapa. Que tras la mencionada cena, donde se inició la tortura al obligarla a comer hígado crudo, fueron al dormitorio para disfrutar los dos mientras la azotaba las nalgas y conectaba los electrodos en su pecho. Que excitado por llegar a cumplir el deseo que tanto lo apremiaba, la tumbó sobre el lecho y se subió a horcajadas de ella rodeándola el cuello con las manos. Que una vez Estrella perdió el sentido, realizó el acto sexual alcanzando rápidamente un fuerte clímax. 

Que todo esto lo confiesa porque siente mucho placer al hacerlo, al pensar que sus aberraciones ya son también las de ella, como antes lo fueron los mutuos testimonios de infidelidad. 

Que ve en el espejo mi cara de satisfacción por estas revelaciones y porque con ellas, su vida, como antes él tuvo la mía, la tengo desde ahora entre mis manos.

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( incluido en el libro de relatos: Hojas Incendiarias.)