Traigo un sueño cogido de la mano,
un morral de versos para compartir,
lágrimas del cielo en parto de rayos
que arden en las páginas para vivir
Un soliloquio azul contra la guerra,
un espejo sin mentiras de carmín,
besos furtivos de tus primaveras
y un verano que no sabe fingir
Refuego de versos sin dolencias,
palabras que laten para pervivir,
huellas que ha dejado tu ausencia.
Celos por el cielo del Guadalquivir.
Y un sueño con secuelas de vida
perdido en las calles de Madrid.
Bravo por el poeta de los sonetos!!
Gracias, Osvaldo. ¡Un abrazo mexicano, hasta las pampas!
¡Qué bonito!
Gracias, por el comentario. Y gracias a Vos seguimos presentes e intentando ser mejores. Abrazo cálido.