“María Moliner realizó una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana, dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y más de dos veces mejor”, escribió el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez  del diccionario que escribió la filóloga y lexicógrafa aragonesa María Moliner (Paniza, 1900 – Madrid, 1981) y del que este año se cumple medio siglo desde su primera edición.

La autora se formó como filóloga y lexicógrafa en el Estudio de Filología de Aragón. Fue una bibliotecaria comprometida con su profesión e impulsó la creación de una red de bibliotecas rurales. Hacia 1950 inició la que sería su obra magna, el ‘Diccionario de uso del español’, con el objetivo de crear “un instrumento para guiar en el uso del español tanto a los que lo tienen como idioma propio como a aquellos que lo aprenden”.

María Moliner empleó 15 años de su vida en escribir un diccionario, sola y a lápiz, un diccionario dos veces más largo que el de la RAE. 190.000 definiciones claras y sin pretensiones que pasaron a la historia hace medio siglo. María Moliner hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana.

La autora describió en una entrevista cómo había sido el comienzo de esta obra: “Estando yo solita en casa una tarde cogí un lápiz, una cuartilla y empecé a esbozar un diccionario que yo proyectaba breve, unos seis meses de trabajo, y la cosa se ha convertido en quince años”.

La obra de María Moliner presentaba como principal atributo el empleo de un “sistema de sinónimos, palabras afines y referencias que constituye una clave superpuesta al diccionario de definiciones para conducir al lector desde la palabra que conoce al modo de decir que desconoce”, tal y como recoge la propia autora en el prólogo de la primera versión del diccionario.

Este particular sistema de definiciones estaba acompañado de indicaciones gramaticales, ejemplos de uso y etimologías. María Moliner explica que las definiciones de su diccionario, frente al de la RAE, están “vertidas a una forma más actual, más concisa, despojada de retoricismo y, en suma, más ágil y más apta para la función práctica asignada al diccionario”.

“Era una mujer menudita, muy poca cosa; muy ordenada y muy práctica”, indica la documentalista Vicky Calavia, quien añade: “le gustaba pasear y mientras caminaba unía en su cabeza las palabras; ordenaba sus ideas”.

La primera edición del diccionario de María Moliner ronda las 80.000 entradas, cifra que ha ido incrementándose hasta las 92.700 de la cuarta; sin embargo, solo la primera tiene el visto bueno de sus herederos.