FIN DE AÑO EN SOLEDAD.

Brindaré a mi silueta en el espejo
y al año que se va y ya no regresa;
rutinario invitado que no cesa,
de renacer, crecer y hacerse viejo.

Uno más, que deserta del cortejo.
Uno más, que se marcha por sorpresa,
me deja solitario en esta mesa,
mirando de las velas el reflejo.

Una vez más, extenderé las manos,
hacia alegres recuerdos ya lejanos
que la mente percibe en inminencia.

Como pompa de jabón, reventada
al más leve contacto y vaporada,
se esfuma la ilusión en la indolencia.

© Gregorio Tienda Delgado.