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SALMOS LAICOS, por Enrique Brossa

Te noto.
Te oigo pensar,
claro como si hablaras junto a mí.
Eres el ave que alegra al cielo.
las alas que abanican mi frente.
Una sonrisa que alivia la sed

Sé lo que sientes.

Tengo la vista puesta en una nube.
Siempre se va.
Siempre muda y reaparece.

Se lo que sientes.

Hoy he corrido sobre tierra seca
con los brazos abiertos al sol.
Gracias es todo lo que puedo decir.

Hoy he paseado con mis amigos,
la serpiente y el escorpión.
Junto a las colinas vi un riachuelo
que me orientó para volver.

Pero sé lo que sientes

No quiero volver.
No busco el frescor del arroyo.
Busco el calor y la fiebre.
Algún día me alejaré más.
En la explanada inabarcable
te soñaré mejor.

Volveré a correr sobre tierra de azafrán
Hasta donde tu voz, por fin,
ya no pueda imaginarse.

Cómo te sientes.

Hoy he mordido piedras y viento.
He vuelto a oírte pensar.
Se lo que estás sintiendo.
Te empeñas en hacerme vivir.
Y esperas que te lleve una flor
que no crece en el desierto.