Para enterrar tu ausencia
salí por los caminos
en soledad y lúgubre silencio.
He de respirar un aire
más puro, limpio y más sereno,
pues vivo en una atmósfera
de celos, desamor y sufrimiento.
Atmósfera que ahoga,
rincón que mata anhelos,
aire que insufla tóxico veneno,
pues evoca tu amor y, muy certero,
aloja en mi alma penas y desvelos.
Para enterrar tu ausencia
salí por los caminos
en soledad y lúgubre silencio.
Mas no te logré olvidar…
¡Siempre presente te contemplo!
no consigo olvidar tu amor,
tu belleza, tus risas y tus besos.