“Mi poemario”
Él, daría la vida entera por no sentir lo que sentía.
El velo negro de la noche es su aliado en curar sus heridas
Heridas de toda una vida, de amores perdidos, falsos…
Él, daría la vida entera por sentir, lo que ya no sentía.

Ella, un gato de ojos brillantes encontró un día
Se subió al tejado y recorrió mundos y vidas…
Abandonó rincones queridos y, amados
Con ser princesa soñó la gata de pelo blanco
Y, subida en el tejado donde nació un día
Se lamió sus penas.

Manos arrugadas bellos encajes de bolillos hacía.
En el zaguán de su casa con el sol entrando cada día
Pasaban los años con él se dormía
Acurrucada a una piel que no era otra que su piel

Con traje blanco de bellos encajes amanecía.
Las campanas de la iglesia tocaron a misa
En la mano el misal, medio pueblo acudía
Después el velo de la noche todo lo cubría.
Francisca Morato Oliva.