00Solo, a la espera de algo que no llega
Mudo sin palabra que se anuncie primera
Encerrado en un alma sin resabios
Sordo a los ambiciones virtuales que me venden
En la víspera de la nada que llena el vacío
seguimos ansiosos en la demanda de plenitud.
Ciegos y leales a la necesidad de la poesía
Atentos al sabio mensaje de la lluvia-vida
acompañada de un viento de suave brisa
tratando de descubrir un no sé que
Hartos de los tal veces y las ausencias
Necesitados de la palabra y las caricias
que nos colocan por encima de la rutina
y nos ofrecen el más acá que la vida no conoce
extraviada en letanías que convocan recuerdos tibios
sin la liturgia apacible de la regeneradora comunión carnal
que se durmió en el desamparo y sin respuestas.
Mientras la poesía plantea preguntas emergentes
el olvido vocifera nimiedades con secuelas graves
dejando huellas profundas de una soledad inédita
y el letargo cobrando cuotas de un fuero mezquino.
A la espera de la nada y a la entrega de todo
pervivo con la palabra libre
entre recovecos que habita la razón
y cascajos de un vecindario deshabitado
donde husmea el capital con sus banqueros sin bonhomía
y sobrevive la humildad y sus verdades
a los embates del vértigo global.
Me agavillo como ave clandestina
con las alas dispuestas a batirse para remontar el vuelo
y transformar el éxodo en expectativa de esperanza.
Rubén Ahumada Alvarado