MORIR DE SUEÑOS

Voy a morir de sueños
no cabe la menor duda,
ahora que mi verso tiene dueño
transita por la senda más oscura.

Fantasmas sin sosiego ni cordura
habitan los cuadernos del desvelo
van y vienen los pasos con su duelo
arrastrando sin remedio la locura.

¿Cuál será el consuelo y la estatura?
de mi verso que se agita con tu vuelo.
Y se crece si te nombro, mi hermosura.

Me urge a que despiertes en mi lecho,
ya no puedo con el fuego de mi pecho
donde habitas sempiterna como cura.