Es hielo abrasador, es fuego helado,
Es herida que duele y no se siente,
Es un soñado bien, un mal presente,
Es un breve descanso muy cansado
Francisco de Quevedo
Si, me embrujaste con tus ojos negros
y tu actitud distante y altiva
no hizo sino encender una chispa
que prendió en todo mi ser este fuego.
Por favor rompe ya este silencio
que me tiene atrapada y cautiva.
Háblame de ti y también de tu vida
y hazme en tu corazón un hueco.
Hazlo ya o no sé que será de mí,
pues con este abrasado corazón
que sabe que sin ti no podrá vivir,
a ningún lugar que no estés tu puedo ir
y consumida ya por esta pasión,
solo me queda, de amor, saber morir.