Te guardo como un recuerdo,
cálido y hermoso pero difuso,
en un corazón insomne, iluso
que soñó un día con ser cuerdo.

Ileso de golpes, harto y terco,
te guardo, te extraño, te pienso.
A cada rato…nostálgico, intenso.
Alzo la voz pero no muerdo.

Tras tus pasos siempre me desvelo.
Como maldito que vaga en celo.
Y paga con soledades el castigo.

Un rayo que me marca con su fuego
trastoca mi huella sin sosiego,
y deja desierto mi camino.