Días 

Como barro en mis pies,

los días que pasan son plomo

tras la fuga de tus risas 

y el sórdido tango que me secuestró.

Entonces, 

te busqué en el filo de las tormentas

pensando que podía besarte 

aunque fuera náufrago de mi destierro.

Además, oteé el mar,

intentando saber si estabas entre la  bruma,

cuando se arruga el cielo sobre los tejados.

No podía escapar del imán de tu boca,

pero fui sumando horas y minutos, 

días con meses,

hasta que por piel tuve una costra

que, poco a poco, 

se empieza a resquebrajar.

➿➿➿