Me gusta verte entre la gente,
porque brillas a pesar de sus sombras.
Me gustan los besos sin trampas
y los sueños que alientan mis desvaríos.
Me gusta el amor que se escapa por la tangente
y se mete callado por las pupilas,
con necesidad urgente y cálida
transfigurado en hogueras y deseos.
El que escribe versos entre las sábanas
y te abre puertas y ventanas de par en par.
Me gusta verte la espalda y la sonrisa en flor,
los ojos plenos de sueños siderales
y las caderas desnudas con sed de desvarío.
Me gusta que evadas el infortunio y su carga.
Te busco cuando la jornada trae desazón
y la distancia extravía los besos que pierden el camino.
Te necesito en esta ausencia larga.
Y te quiero en este soledad, prófuga del consuelo,
transgresora de la calma y fugitiva de las palabras.