Mi lengua carcomida por larvas políticas
sobrevive en la negrura de otras sendas,
no quiere olvidar tu nombre,
ni tus labios.
Estos pasos transgresores del status
andan descalzos los caminos
que apestaron los hombres.
Lo sé, me lo han contado los pájaros
El aire tiene miedo, del cochambre envenenado.
Y la palabra limpia se esconde
entre las ramas de tu árbol,
en su nido nacerá la primavera.
Sabe a nostalgia la tarde…
memoria llena de ti cuando contigo…
el abrazo era el lugar más seguro,
el horizonte distante y tan cercano
nos hablaba de su intimidad con el rayo
Y las bondades estaban a la mano
Y las caricias a la lengua
Y los sueños en tus labios.
Transgredir es mi vocación,
quitarle a la cruz los clavos.
Me iré por donde el sol,
porque es la única certeza
que al tiempo volveré como él
de las oscuridades y con el alba.