Por su miedo al exterior, una de las mujeres más brillantes de todos los tiempos, tomó la decisión de permanecer oculta del mundo. Dedicó su vida a la poesía y a la escritura aunque sus trabajos nunca fueron mostrados al público en vida. Sus ganas de permanecer en el anonimato y su extraña visión de la vida la hacen una de las figuras más representativas de la poesía americana. ¿Quién fue Emily Dickinson? ¿Qué la inspiraba? ¿Por qué se encerró en su casa?

Emily Dickinson fue una mujer brillante, desde niña se destacó en los estudios, pese a que no le gustaba estudiar, se dedicó a aprender sobre la naturaleza y la astronomía. Mantenía un cuaderno de campo en el que estudiaba las cualidades de las flores que mantenía en su jardín.

La vida de Dickinson es un misterio en muchos aspectos, pero fue porque desde el inicio de su carrera como escritora, decidió mantenerse en el anonimato. Emily era una persona muy solitaria, para lograr producir sus obras se escondía en su habitación y pasaba días en total soledad. El aislamiento era su terapia, la única persona que podía romperlo era su hermana menor Lavinia, quien se convirtió en la persona más importante de su vida. Su mejor amiga, su confidente y después de su muerte, la que se encargó de mostrarle al mundo su talento.

Su estilo de escritura la hizo distinguirse y destacar en el mundo de la poesía, sus versos son cortos y con palabras coloquiales. La poesía en su época se utilizaba para escribir largos textos sobre historia, política, cultura y moral. Dickinson se dedicó a escribir sobre sus sentimientos, sus pensamientos, las emociones y las pasiones.

La escritura era su terapia para escapar de la monotonía y de los dolores de la vida cotidiana.

Los detalles de la vida íntima de Emily tienden a ser confusos, la información proviene de los recuerdos de su hermana y de las hipótesis y deducciones de los historiadores quienes se han dedicado a estudiar sus cartas. De niña era sociable y tuvo numerosos amigos hombres, pero hubo dos personas que marcaron un antes y un después:

Benjamin Franklin Newton; fue un hombre muy educado que logró conquistar el corazón de Emily con su inteligencia y su carisma. Desde el primer momento en que lo vio sintió una conexión especial. Él se convirtió en su mentor, su maestro, lo admiraba profundamente, pero había algo terrible en su destino: estaba terriblemente enfermo de tuberculosis y estaba próximo a morir cuando la conoció.

Al fallecer, Emily entró en una profunda depresión. Se había despedido del hombre que más había querido y admirado. No se sabe con total certeza si Emily llegó a sentir atracción física por Benjamín, pero estaba totalmente enamorada de su inteligencia. Algunos historiadores la catalogan de sapiosexual.

Charles Wasdworth: fue un pianista muy reconocido internacionalmente que cautivó el corazón de Emily. La relación entre ambos fue muy especial, Charles estaba casado pero se convirtió en su mentor y confidente. Lamentablemente el amor no fue duradero porque Charles murió al poco tiempo.

La muerte de los dos hombres que habían logrado impresionarla la traumatizó, escribió numerosas cartas explicando su tristeza y en una de ellas se preguntó “¿Será que Dios está en contra del amor?”

A partir de 1862 su vida cambió totalmente, decidió recluirse totalmente en su habitación, excusada de querer dedicarse a escribir y escondiéndose de un terrible miedo a la muerte inminente.

Hundida en la depresión, encontraba consuelo en la soledad. Se convirtió en una persona muy extraña, evadía el contacto con el público, hablaba a través de la puerta de su cuarto. No recibía visitas y no quiso salir ni al funeral de su padre, que se efectuó en su misma casa.

Las pocas veces que salía del cuarto era para el jardín y no aceptaba compañía. Disfrutaba de las flores y los atardeceres con una característica muy particular: a partir de 1862 únicamente vestía de blanco. Su misteriosa figura rondaba por los jardines de su casa con largos vestidos impecables de algodón. Para ella, el blanco representaba la pasión, la intensidad y la pureza.

La escritora dedicó su vida eternamente a escribir, tiene más de 1.800 poemas escritos por ella, pero nunca conoció la fama, sino hasta después de su muerte, cuando su hermana menor registrando su cuarto encontró todos los manuscritos e impactada por la calidad de sus obras, decidió publicarlos y mostrarle al mundo el talento de su hermana.

Emily murió de nefritis, una enfermedad de los riñones, pero realmente la principal causa de su muerte fue la depresión. Si bien había pasado los últimos años de su vida recluida en una habitación ahogándose en su tristeza, su única alegría era su pequeño sobrino, hijo de su hermano mayor.

El pequeño murió de una enfermedad incógnita y esto desequilibró totalmente a Emily, quien murió poco tiempo después.

Fuente: Culturizando.com

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