Toneles

Cuando por primera vez vi la luz,

me encontré abandonado en una hoja de papel,

sin palabras, sin renglones.

Dentro había un lago para patinar,

blanco sobre blanco

como un pasillo infinito;

aunque más allá de cada esquina,

al borde de la mesa,

te precipitabas al fin del mundo.

De madrugada, con la lluvia de una tormenta,

llegaron letras que, al juntarse, fueron olas

cayendo en catarata hasta el suelo.

Zarandeado, braceaba para que no me arrastraran,

para no desaparecer sin saber por qué estaba allí.

Entonces, de un salto, me agarré a la última frase.

Hoy formo parte de este poema que ahora lees.


Cuando por primera vez vi la luz,

me encontré abandonado en una hoja de papel,

sin palabras, sin renglones.

Dentro había un lago para patinar,

blanco sobre blanco

como un pasillo infinito;

aunque más allá de cada esquina,

al borde de la mesa,

te precipitabas al fin del mundo.

De madrugada, con la lluvia de una tormenta,

llegaron letras que, al juntarse, fueron olas

cayendo en catarata hasta el suelo.

Zarandeado, braceaba para que no me arrastraran,

para no desaparecer sin saber por qué estaba allí.

Entonces, de un salto, me agarré a la última frase.

Hoy formo parte de este poema que ahora lees.


Photo by candi…