Idus de marzo…
otrora ventana de buen tiempo
ahora es el invierno más largo,
y grave como un embargo,
como una fábula oscura
que viene para asustarnos.
¡Rápido!, por amor a Dios,
¡un cubre bocas para los bardos!.
Su labia es germen insano…
Pero mata más el virus
que nos han heredado…
en este Idus de marzo.
Llegó del oriente lejano
un virus-rey, ingrato,
se metió hasta el tuétano
de la vida y sus naufragios,
al cenit de los insomnios,
del desasosiego,
de la rabia
y del rayo.
reinó con la (in)eficacia del pánico.
Y yo, que me muero por un abrazo,
Venus de Milo, ven…
Y sácanos de este letargo.
pregunta por El Rubén,
el del saco gris, el flaco,
el “Tata viejo” del perro,
el que te canta en su canto;
esparce sus esperanzas
al que quedó en el atasco.
Y como dicen en mi pueblo:
¡Levántale el zarzo al gato!
¡Espanta ese nahual!
¡Exorciza ese diablo!
Ya nada será igual…
Hasta que escampe el espanto.
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