Dijo adiós el viento,

la primavera y el verano;

hubo tormentas de arco iris

mientras que el perezoso sol me besaba.

Fui vela consumida,

suelo de hojas amarillentas,

entregué gotas de sudor a otros sudores

refugiándome en la espuma de las olas

y acabé perdido en la Gran Vía.

Aquel día regresé del paraíso 

para torturarme en el infierno.

Entonces,

quise saber quién era

cerrando los ojos,

tapándome los oídos,

y mis dedos fueron los de una estatua

que perdía sus lágrimas en un viejo baúl.

Un baúl que fui tapizando

con la piel de estos poemas.


( plaquette de poemas)

Photo by Pedro Belleza